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Jueves, 21 de Noviembre del 2024

Alimentos Ultraprocesados

Introducción

Los alimentos ultraprocesados (AU) se caracterizan por ser formulaciones industriales compuestas principalmente por sustancias modificadas químicamente, extraídas de los alimentos junto con aditivos para mejorar el sabor, la textura, la apariencia y la durabilidad, con una inclusión mínima o nula de alimentos integrales. Abarcan una amplia gama de productos listos para consumir, incluidos bocadillos envasados, bebidas gaseosas, fideos instantáneos y comidas preparadas. 

En los países desarrollados, la proporción de energía alimentaria derivada de AU varía entre el 42% y el 58%, ejemplo de Australia y EE. UU., respectivamente, hasta tan solo el 10% y el 25% en Italia y Corea del Sur.

En países de ingresos bajos y medios, como Colombia y México, por ejemplo, estas cifras varían entre el 16% y el 30% de la ingesta total de energía, respectivamente. 

Metodo: Revisión sistemática de metanálisis y estudios observacionales que exploran las asociaciones vinculadas con la salud nutricional.

 

Análisis

Los AU desplazan a los alimentos más nutritivos en las dietas, como frutas, verduras, legumbres, frutos secos y semillas, lo que resulta en una ingesta reducida de compuestos bioactivos beneficiosos que están presentes en estos alimentos, como los polifenoles, o los fitoestrógenos como el enterodiol. Estos perfiles dietéticos pobres en nutrientes se han vinculado a la prevalencia e incidencia de enfermedades crónicas a través de diversas vías, incluidos los mecanismos inflamatorios.

Los resultados adversos para la salud asociados con los AU pueden no explicarse completamente por su composición de nutrientes y densidad energética únicamente, sino también por las propiedades físicas y químicas asociadas con métodos de procesamiento industrial, ingredientes y subproductos.

En primer lugar, las alteraciones en la matriz alimentaria durante el procesamiento intensivo, también conocido como reconstitución dietética, pueden afectar la digestión, la absorción de nutrientes y la sensación de saciedad.

Segundo, la evidencia emergente en seres humanos muestra vínculos entre la exposición a aditivos, incluidos los edulcorantes no azucarados, los emulsionantes, los colorantes y los nitratos/nitritos, y los resultados perjudiciales para la salud.

La OMS advirtió recientemente contra el uso continuo de sustitutos del azúcar para el control de peso o enfermedades no transmisibles y, según su nuevo informe, los edulcorantes no azucarados también pueden elevar el riesgo de enfermedades cardiometabólicas y la mortalidad. Por otra parte, citando “evidencia limitada” en seres humanos, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer clasificó recientemente al edulcorante no azucarado aspartamo como “posiblemente cancerígeno para los seres humanos”.

En tercer lugar, el procesamiento industrial intensivo de los alimentos puede producir sustancias potencialmente dañinas que se han vinculado a mayores riesgos de enfermedades inflamatorias crónicas, incluyendo acroleína, acrilamida, productos finales de glicación avanzada, furanos, aminas heterocíclicas, ácidos grasos trans industriales e hidrocarburos aromáticos policíclicos.

Finalmente, los AU pueden contener contaminantes con implicancias para la salud que van desde los materiales de envasado, como bisfenoles y microplásticos, aceites minerales y ftalatos. 

 

Conclusión

La evidencia disponible más sólida se refiere a las asociaciones directas entre la mayor exposición a alimentos ultraprocesados y mayores riesgos de mortalidad por todas las causas, mortalidad relacionada con enfermedades cardiovasculares, trastornos mentales comunes, sobrepeso, obesidad y diabetes tipo 2.

La evidencia de las asociaciones de la exposición a los alimentos ultraprocesados con el asma, la salud gastrointestinal, algunos cánceres y factores de riesgo cardiometabólico intermedios sigue siendo limitada y justifica una mayor investigación. Junto con las estrategias poblacionales existentes, los autores recomiendan investigar con urgencia los mecanismos y el desarrollo y evaluación de estrategias integrales de salud pública basadas en la población, en el marco de las políticas gubernamentales y las guías dietéticas dirigidas a identificar y reducir la exposición dietética a los alimentos ultraprocesados para mejorar la salud humana